El sistema inmune es el núcleo de defensa contra los organismos patógenos. Incluye funciones de barrera, múltiples tipos de células con funciones de defensa especializadas y una amplia cantidad de productos químicos, algunos involucrados directamente en la defensa y otros en la regulación de la respuesta inmune.

La nutrición es uno de los determinantes de la competencia de nuestro sistema inmune, y cualquier tipo de desnutrición afecta negativamente este sistema. El sistema inmune tiene una gran demanda de energía, por lo que requiere combustibles para la biosíntesis y la replicación celular. De la dieta obtenemos los sustratos que actúan como bloques de construcción para nuestra inmunidad. Dicha actividad metabólica intensa requiere cofactores y reguladores.

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